El presidente ruso Vladimir Putin ratificó su postura ultraconservadora donde opinó sobre la corrección de las concepciones tradicionales de género y rechazó la inclusión de las personas transgénero.

“Si alguien piensa que mujeres y hombres son lo mismo, entonces que así lo piense. Pero debe haber sentido común”, sostuvo. Además, expresó: “Sigo con el enfoque tradicional de que una mujer es una mujer, un hombre es un hombre, una madre es una madre y un padre es un padre”.

En 2013, el gobierno ruso votó una ley controvertida contra la “propaganda” homosexual dirigida a menores, que sirvió de pretexto para prohibir los desfiles del orgullo y el izado de banderas arco iris, estandartes de las comunidades LGTB+. Desde 2020, la Constitución rusa precisa que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer, lo que prohíbe de facto los enlaces entre personas del mismo sexo.

La Rusia de Putin, un país “multiconfesional y multinacional”

En ese sentido, envió un mensaje a los rusos: “Espero que nuestra sociedad tenga la protección moral interna que dictan las confesiones religiosas tradicionales de la Federación Rusa”. Putin marcó que la singularidad y la fuerza de la sociedad rusa están condicionadas porque están constituidos como un país multiconfesional y multinacional.

Por eso, señaló que es fundamental “tratar con respeto los fundamentos de la cultura espiritual tradicional”.