La figura maldita fue la protagonista de tres películas basadas en las historias paranormales del matrimonio de Ed y Lorraine Warren.

Durante varias décadas el matrimonio integrado por Ed y Lorraine Warren se dedicó a estudiar los fenómenos paranormales que afectaron a muchas familias que recurrían a ellos con desesperación. Uno de los elementos más conocidos de su colección de figuras «embrujadas» o malvadas era Annabelle, que se convirtió en el eje central de tres películas que alimentaron aún más ese mito terrorífico. Este viernes, la muñeca volvió a estar en boca de todos: se convirtió en trending topic luego de que se difundió en forma errónea que se había «escapado» del lugar donde está guardada desde hace décadas.

La muñeca no se «fugó» como salió publicado en varios medios internacionales y en infinidad de tuits. El origen de la confusión informativa ocurrió luego de que se tomara de manera equivocada un fragmento de una entrevista que The Hollywood Reporter le hizo a Annabelle Wallis.

La actriz, que también fue protagonista de la primera parte de Annabelle, recordó una anécdota durante el rodaje de La Momia, durante el cual convenció a Tom Cruise de «correr» junto a ella, algo que él no quería. Esto fue mal traducido por algunos medios orientales que terminaron confundiendo a cientos de tuiteros que replicaron la información de que «Annabelle se escapó».

De acuerdo a la revista Newsweek, lejos de «escaparse» como trascendió en las redes sociales, la verdadera muñeca Annabelle es propiedad del yerno de los Warren, Tony Spera, como todos los elementos que el matrimonio fue recolectando a lo largo de su vida. La figura estuvo durante un tiempo en el Warren’s Occult Museum que ya hace rato está cerrado por la innumerable cantidad de asaltos que sufrió a lo largo de su existencia.

Según varias entrevistas que brindaron tanto Ed como Lorraine Warren, la muñeca «embrujada» era propiedad de dos chicas que un día empezaron a sentir que se movía en el departamento donde vivían y decidieron llamar a varios psíquicos para que intentaran determinar qué ocurría. Finalmente, luego de varios hechos misteriosos y accidentes extraños, intervino el matrimonio y se la llevaron.

La muñeca quedó dentro de una caja de madera con una tapa de cristal por el peligro que representaba. «Es lo más peligroso que tenemos. Ni siquiera la quiero mirar porque hizo muchísimo daño a varias personas», aseguró Lorraine, en un reportaje que le hicieron dentro de su museo por la presentación del primer film basado en su vida.

La figura fue parte del universo de la saga de terror El Conjuro. En el primer film de la franquicia creada por James Wan, la muñeca aparecía solo en una introducción de la trama, ajena a la principal. Su mito creció entre los fanáticos y los productores hicieron un spin-off. En 2014 Annabelle tuvo su producción en soledad que, con un presupuesto de 6,5 millones de dólares, consiguió más de 250 millones, un número gigantesco para esta clase de film.

La historia, ubicada más atrás en el tiempo que las películas de El Conjuro, dio pie a que hubiera una segunda parte en la que se buscó indagar aún más en el pasado. Por eso, en 2017 se lanzó Annabelle 2: La creación, con una gran respuesta tanto del público como de la crítica. La trilogía se completó en 2019 con Annabelle 3: Viene a casa, un argumento que ubica a la muñeca dentro del mismo presente de los films que recrean los trabajos de los Warren.