La Pulga sorprendió al pedir el cambio ante Ecuador, pero no tiene molestia física alguna. De todas maneras, podría ser baja para la segunda fecha de Eliminatorias como consecuencia del gran desgaste que acumuló en todo agosto y el inicio de septiembre.
El triunfo de la Selección Argentina por 1-0 ante Ecuador en el inicio de las Eliminatorias Sudamericanas trajo consigo la alegría de la victoria pero la preocupación por el pedido de Lionel Messi de ser reemplazado antes de finalizar el partido, algo muy atípico en él. Sin embargo, si bien la Pulga se encargó de aclarar que seguramente esto sea algo que se repita a lo largo de las Eliminatorias, las primeras informaciones indican que el capitán no está lesionado pero que de todas maneras está en duda para viajar a Bolivia.
Faltaban tres minutos para el final del partido cuando el propio Messi miró al banco y pidió el cambio, siendo reemplazado por Exequiel Palacios. Para dimensionar lo extraño de esa situación se debe tener en cuenta que Leo no dejaba un partido por los puntos antes de tiempo con la Selección desde hacía nueve años, ante Nigeria, en el Mundial de Brasil 2014. Después del partido, Messi aseguró que seguramente «no sea la última vez» que pida salir antes de tiempo, intentando evacuar las preocupaciones, pero éstas persistieron.
Lionel Scaloni, entrenador de la Selección Argentina, confirmó después del encuentro que Messi había pedido el cambio y que seguramente le harían estudios. De todas maneras, poco después de esas palabras se supo que la Pulga no tiene ninguna lesión sino que el pedido de salir responde a que viene jugando un partido cada cuatro días. Su llegada a Inter Miami fue vertiginosa y desde que arribó a los Estados Unidos prácticamente no paró. Así, la decisión de pedir el cambio se centró en un futbolista que conoce su cuerpo, sabe que las Eliminatorias recién empiezan y no quiere sobre exigirse.
EL VIAJE A BOLIVIA, EN DUDA PARA MESSI
Más allá de no estar lesionado, lo cierto es que la gran cantidad de minutos acumulados entre fines de julio, todo agosto y el inicio de septiembre pone en duda la presencia Lionel Messi en la segunda fecha de las Eliminatorias, ante Bolivia. Por lo pronto, la Pulga sigue en el predio y no se bajó del avión, pero eso es algo que se decidirá seguramente en las próximas horas.
Para dimensionar el enorme desgaste que hizo el capitán de la Albiceleste hay que tener en cuenta que disputó 600 minutos en todo el mes, solo con la camiseta de las Garzas. Esa cifra es una a la que no se le acercaba desde hace más de dos años, cuando en febrero de 2021 jugó 694 minutos con Barcelona. Su récord personal data de octubre de 2020, con 810 minutos repartidos entre el blaugrana y Argentina.
A eso hay que sumarle que, en los 32 días que separan el duelo ante FC Dallas y el de Ecuador, Messi acumuló un total de 28.110 kilómetros recorridos, algo que arroja un promedio exacto de 878,43 kilómetros por día. Más allá de las comodidades que puedan tener los jugadores en cuanto a viajes y aviones, lo cierto es que para un futbolista de 36 años acostumbrado a las cortas distancias europeas no es poca cosa. Además, hay que tener en cuenta que Messi solo descansó en tres partidos desde que llegó a Inter Miami: el primero, ante Cruz Azul, cuando ingresó como suplente por Benjamín Cremaschi a los nueve minutos de la segunda parte; el segundo, ante Atlanta United, cuando se fue reemplazado a falta de 12 minutos para el cierre del partido; y el último, ante New York RB, cuando arrancó como suplente e ingresó a los 15 minutos del complemento. Así, su pedido de salir ante Ecuador es mucho más comprensible.