Le película de terror es uno de los clásicos de los ‘80. En qué se basó el realizador para el guante del famoso villano.

A la pesadilla se la considera una afección de poca monta y habitualmente no nos damos cuenta de que las descripciones que escuchamos de quienes las padecen solo nos ofrecen un desarticulado y débil eco de la terrible realidad del mal”. Así describió Ernest Jones en el libro La pesadilla cómo estos malos sueños que aparecen en general en muchos momentos de angustia pueden volverse un grave problema de salud para las personas que lo sufren. Ese trasfondo fue el origen de una de las historias fundamentales del cine de terror. Lejos de basarse solo en sus ideas de avanzada para el género, Wes Craven se inspiró para escribir el guion de Pesadilla en un relato estremecedor que lo perturbó.

El realizador dirigió el film producido por New Line Cinema en 1984 y sentó las bases del horror sobrenatural que sobrevino a lo largo de los ‘80. En esa primera parte de la década, estaban en su apogeo las sagas derivadas de Viernes 13 o Halloween que se ubicaban en el slasher, el subgénero en el que un asesino siempre tapado por una máscara mata de forma violenta a sus víctimas adolescentes con un cuchillo, sierra eléctrica, machete o cualquier arma blanca que encuentre en el camino.

Póster original de «Pesadilla». (Foto: New Line Cinema)

Craven introdujo en este estilo de producciones el elemento sobrenatural, lo que modificó ciertas reglas del género. En Pesadilla, el alma de Freddy Krueger se mete en los sueños de los adolescentes para matarlos y, así, vengarse de sus padres que fueron quienes lo asesinaron a él. Todo podía pasar en el universo de lo onírico: desde dar vuelta una habitación entera para golpear a alguien hasta la muerte hasta salir con su garra desde el fondo de una bañera.

En ese contexto, Craven leyó un artículo en Los Angeles Times que retrataba una historia relacionada con las consecuencias psicológicas que tuvieron algunos menores que escapaban de esa área del mundo. “Era una nota sobre una familia que había escapado de Camboya y había llegado a los Estados Unidos. Las cosas iban bien, pero de repente, el nene más chico tenía pesadillas muy inquietantes. Les dijo a sus papás que tenía miedo de que si se dormía, lo que lo perseguía lo atrapara”, comentó el realizador en una entrevista que le hizo el sitio Vulture.

Esa desesperación del nene para no descansar lo llevó a pasar varios días despierto. “Cuando finalmente se durmió, sus padres pensaron que esta crisis había terminado. Luego escucharon gritos en medio de la noche. Para cuando llegaron a la habitación, se había ido: murió en medio de una pesadilla”, comentó.

El director, entonces, reflexionó acerca de lo que se convirtió en el germen de la trama de la película que lo puso en el mapa de Hollywood: “Ahí estaba un joven que tenía una visión de un horror que todos los mayores negaban. Esa fue la línea central de Pesadilla”.

La actriz Heather Langenkamp en «Pesadilla». (Foto: New Line Cinema)

En otro reportaje que dio para el especial de STARZ’s Going to Pieces, Craven retrató el shock que le provocó pensar en lo que sufrió el nene. “Fue tan dramático. El chico sabía que iba a morir. ¿Cuán aterrador puede ser eso?”, se preguntó.

De dónde viene Freddy Krueger

Esa duda que se planteó en ese momento empezó a diseñar al villano. Freddy Krueger fue encarnado en casi todas las películas por el mismo actor, Robert Englund, y solo en una de ellas por Jackie Earle Haley. El personaje tiene un doble origen. Por un lado, el nombre y por otro la forma.

La identidad de uno de los mayores villanos del cine, de acuerdo al American Film Institute, está relacionada con la vida de Craven. Según el libro Never Sleep Again: The Elm Street Legacy, de Thommy Hutson, el nombre es el mismo que tenía un nene que le hacía bullying al cineasta cuando estaba en la escuela primaria.

A la vez, la contextura de Freddy y su estética están inspirados en otra escena de la niñez del realizador. Craven recordó en ese libro que una noche, cuando vivía en Cleveland, escuchó ruidos en la vereda. Se paró y vio desde la ventana del departamento del segundo piso a un hombre que revolvía la basura. “Tenía un abrigo y una especie de sombrero fedora. De alguna manera sintió que alguien estaba mirando y me miró directamente a los ojos”, contó.

Con la idea del argumento y del personaje central, hubo otros dos aspectos importantes en la fisonomía del malévolo Freddy: el guante con las “uñas” metálicas y las quemaduras en la cara.

El maquillaje final fue inspirado en una pizza de pepperoni. “Estaba en un restaurante una noche, pedí una pizza y tuve un pensamiento profundo. Jugué un poco con el queso y el pepperoni y terminé haciendo la cara de Freddy en la porción de pizza”, contó David Miller, especialista en efectos de maquillaje, en el documental basado en el libro Never Sleep Again: The Elm Street Legacy.

El otro elemento distintivo del villano es el guante con el que suele matar a sus víctimas en las pesadillas. “Muchos villanos de terror usaban cuchillos como armas y no quería duplicar eso. Entonces pensé, ¿qué tal un guante con cuchillos para cortar carne? Así, le di la idea a nuestro hombre de efectos especiales, Jim Doyle”, rememoró Craven, en el especial publicado por Vulture.

En una profunda entrevista que le hizo el American Film Institute, Craven habló, incluso, de un origen primitivo de esa manopla asesina. “Me fui al comienzo de la vida, cuando los hombres no tenían ni escudos ni armas. ¿Con qué enfrentaban el peligro? Dientes y garras”, argumentó.

El director murió en 2015 a los 76 años. Dejó un legado que tuvo a las sagas de Pesadilla y de Scream como dos de las más relevantes del género del terror. Y se metió en los sueños más profundos de todos los cinéfilos.