El caso del intendente, que encendió las alarmas en el Gobierno, causó una cadena de contagios en su gabinete.

El positivo de coronavirus de Martín Insaurralde, que encendió todas las alarmas en el Gobierno Nacional y obligó a reorganizar las actividades del presidente Alberto Fernández, generó una cadena de contagios que alcanzó a nueve de sus funcionarios.

Entre los casos más cercanos a Insaurralde están el secretario de Gobierno, Martín Choren, y la secretaria privada, Vicky Bourio.