san antonio este punta perdiz.caleta falsa

La playa, por ruta 3 en Puerto San Antonio Este, era hasta hace pocos años un secreto de los residentes. Pero su belleza hizo que los visitantes la descubrieran y hoy cada vez son más los turistas que la eligen

No será una arena finita e irisdicente. Pero vista de lejos, con la ilusión que despiertan esas conchillas blancas y diminutas en contraste con la trasparencia del agua que refleja el cielo, uno puede imaginar que pisó, de buenas a primeras, cualquier playa del Caribe. Como si los 65 km por ruta 3 que separan Las Grutas del Puerto San Antonio Este, fueran los que separasen el destino de cualquier postal caribeña. Tras el paso previo por ese trecho cortito que hay que circular al llegar al Mirador Norte de la villa portuaria, para descubrir esta perla.

Se puede soñar eso, o ir por más, y adueñarse de un paisaje que tiene características más atrapantes que las del Caribe.

Porque esta playa cruje al caminarla, haciendo que las conchillas produzcan un sonido de cristales rompiéndose, tan relajante como el ronroneo de un gato.

Y el aire puro y quieto convierte el descanso en ella en una experiencia reparadora, donde el contacto con lo natural es mágico.

Se trata de Punta Perdices, una playa única, que es digna de descubrir.

Hasta hace poco el sector era un secreto celosamente guardado por los vecinos, que cuando la pleamar desplegaba todo el caudal de sus aguas se bañaban, chapoteaban, pescaban y disfrutaban a pleno de esa frescura transparente. Y en bajamar gozaban del contraste celeste del cielo contra el lecho blanquísimo de las conchillas.

Pero desde hace unos años su belleza trascendió y ahora los turistas preguntan por ella y buscan pasar aquí largas jornadas de playa.

Eso sí, aunque existan lugares relativamente cercanos para aprovisionarse y cada año esté más concurrida, a los que lleguen deberá gustarles la tranquilidad y la conexión plena con un buen paisaje.

Lo demás será entregarse al disfrute sin estar pendientes del reloj. Los que quieran comer algo rico antes de llegar o tras el día de playa podrán optar por visitar el parador Serena, que queda justamente a la altura del Mirador Norte, frente al mar.

Allí ofrecen servicio de cafetería y siempre cuentan con algo rico preparado en base a delicias marinas. Además, hay alquiler de kayaks y tablas de stand up, se ofrecen paseos y pesca embarcada y una actividad de jornada completa que incluye una combinación de todas esas opciones.

Visitar la villa portuaria también será una buena actividad complementaria. En el lugar hay muchos restaurantes y cantinas que se destacan por ofrecer la mayor variedad de pescados y mariscos de la zona, en porciones abundantes. Completar la visita a una de las playas más lindas del Golfo San Matías con una suerte de tour gastronómico es un plan digno de aprovechar.

Durante el regreso, vale agendar otros balnearios del Puerto que también son hermosos, como La Conchilla y Punta Villarino. O las playas que se extienden a ambos lados del muelle pesquero. Para generar un pretexto que apresure el retorno a un lugar diferente. De hecho, una particularidad es el apostadero de lobos marinos, que pueden verse al llegar a Punta Villarino. Otra postal para no perderse.