¿Te has preguntado porqué cuando dices ‘feliz día de la mujer’, te dicen que no hay nada que celebrar? Acá te contamos la terrible historia.
El Día Internacional de la Mujer del 8 de marzo fue declarado por la ONU en 1975, cuando comenzaron las primeras manifestaciones y marchas por los derechos de las mujeres. Además, la historia se remonta a un hecho lamentable que marcó un antes en esta lucha.
Fueron más de 140 empleados, la mayoría mujeres, que murieron en 1911 en el interior de la Fábrica de camisas Shirtwaist de Nueva York. La mayoría eran jóvenes inmigrantes que tenían entre 14 y 23 años.
El siniestro ocurrió el 25 de marzo, unos días después de la multitudinaria marcha en que las mujeres de cuatro países reclamaron por las pésimas condiciones en las que desarrollaban sus labores con un sueldo totalmente indigno. Pero también tenían otros reclamos, como el derecho al voto y a tener cargos públicos, trabajo digno, formación profesional y no discriminación laboral. Aquella movilización se llevó a cabo en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, convocó a un millón de personas y es considerada la primera marcha por el Día de la Mujer.
Según el informe de los bomberos, una colilla mal apagada tirada en un cubo de restos de tela que no se había vaciado en dos meses fue el origen del incendio. Lo más terrible, es que los trabajadores no pudieron escapar porque los responsables de la fábrica cerraron todas las puertas que llegaban a las escaleras y las salidas, en ese entonces, una práctica habitual para evitar robos.
Pero puntualmente ¿por qué las empleadas no pudieron escapar?. Aquella fábrica de camisas ocupaba el piso 8, 9 y 10 del edificio Asch. Temerosos de que les robaran, una vez que ingresaba el personal al lugar los dueños de la fábrica cerraban todas las puertas y ordenaban no abrirlas hasta la hora de salida.
Los tres pisos se transformaron en un verdadero infierno sucumbiendo ante las llamas y ocasionando muertes por inhalación de humo, quemaduras, y aplastamiento a causa de los derrumbes.
Isaac Harris y Max Blanck, dueños de ‘Triangle’, comenzaron a sospechar de sus empleados, y transformaron su fábrica de camisas en una trampa mortal. Increíblemente, el 11 de abril de ese año, ambos fueron imputados por homicidio culposo por ser considerados culpables de las muertes. Sin embargo, el 27 de diciembre la justicia decidió que eran inocentes y finalmente, el 11 de marzo 1917, fueron sentenciados a pagar indemnizaciones de 75 dólares por cada vida que se perdió en el siniestro. Una situación indignante.
En aquel siniestro fallecieron 146 personas, 123 mujeres y 23 hombres, en su mayoría inmigrantes de Italia y Europa Oriental. Fueron pocas las que salieron con vida, como Pauline Pepe, quien confesó «fue horrible, al descender vimos las tres escaleras en llamas…todo estaba lleno de cuerpos. Fue terrible, nunca lo olvidaré, jamás».
Por esta razón, en este día recordamos que la lucha de las mujeres está más vigente que nunca. Que cada vez somos más las que alzan la voz por un sueldo más justo, por dignidad laboral e igualdad de género.