A seis meses de iniciada la actual gestión, el establishment realiza un balance y anticipa los desafíos para el próximo semestre
Mientras esperan la tan nombrada por el Gobierno recuperación en V -que igualmente ya todos los analistas económicos descartan-, o al menos brotes verdes para el segundo semestre, se sumó en las últimas semanas entre los empresarios una gran preocupación por la falta de apoyo político que se observa en el Congreso, con una ley Bases que está demorando mucho más tiempo del previsto para ser aprobada, y con proyectos que avanzan, como el del aumento de las jubilaciones, que atenta contra el equilibrio fiscal y que volvió a generar fuertes cruces entre el presidente, Javier Milei, y los legisladores de la oposición. Tanto es así que ya les advirtió que, si sale esa ley, la vetará, pero del otro lado le responden que insistirán con el proyecto.
La política es un hervidero; y los mercados lo saben. A la suba que acumula el dólar libre (el contado con liqui subió 20% desde su piso de mediados de mayo y ya se ubica en $1.300), se sumó en la última semana la fuerte caída de los títulos soberanos de deuda y las acciones (el Merval cayó en la semana casi 9%), y el riesgo país rozó los 1.600 puntos.
Los empresarios observan con mucha preocupación esta inestabilidad generada por las crecientes tensiones políticas entre el Ejecutivo y el Congreso y empiezan a dudar de los resultados que pueda conseguir Milei con el plan económico que puso en marcha, y que la gran mayoría del establishment apoya, a pesar de sus consecuencias sobre la actividad.
Consultado por Infobae al respecto, el presidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Mario Grinman, fue contundente: “Para que nuestro país transite un sendero de progreso sostenido, es importante poder avanzar con todas las transformaciones de fondo, que en muchos casos requieren aval legislativo. Y observamos con mucha preocupación, y hasta con fastidio, lo que está ocurriendo en el Congreso”.
Y agregó: “Da la sensación de que hay legisladores que apuestan al fracaso del gobierno nacional. No sólo lo siguen franeleando con la ley Bases, sino que avanzan con proyectos como el del aumento a los jubilados que, si bien apuntan a causas nobles, desconocen la falta de fondos”.
En este contexto, uno de los principales desafíos que tiene el Gobierno para los próximos meses es, según Grinman, tratar de “revertir esta situación parlamentaria que en las últimas jornadas ya generó temores y se vieron reflejados en el comportamiento de los mercados”.
Con respecto al balance del primer semestre de Milei, el directivo de la CAC remarcó que es positivo, a pesar de que muchos de sus asociados están sufriendo una fuerte retracción en los niveles de ventas. En la entidad se muestran alineados con el rumbo en materia fiscal y monetaria que quiere implementar el Presidente y destacan su convicción para llevarlo a cabo.
Aunque muchos empresarios del sector de la construcción puedan coincidir con el rumbo del gobierno en materia de normalización de la macroeconomía y el avance con reformas estructurales, el clima en la cámara no es, precisamente, el mejor. El fuerte recorte de la obra pública que implementó Milei ni bien asumió dejó a muchas firmas al borde del copalso, especialmente las que se dedican exclusivamente a ese tipo de operaciones.
“Cada reunión en la cámara parece un velorio. Sigue la paralización de las obras y se mantiene la incertidumbre. El clima es muy malo. La mayoría de las empresas que viven fundamentalmente de la obra pública nacional han pasado a facturar 0 o casi cero”, dijo un empresario del sector.
El ánimo general del sector está teñido por esta realidad particular, que no sucede con la obra privada. Pero más allá de eso, no hay empresario que no coincida con el camino del equilibrio fiscal y monetario, la baja de la inflación y la normalización cambiaria. La pregunta que se hacen algunos es acerca de la profundidad del modelo.
“Lo del freno de las obras ¿no habría que haberlo hecho más despacio?”, indagó una fuente consultada, quien transmitió también la preocupación sobre lo que sucede en el Parlamento y lo que pueda suceder con este contrapeso en los próximos meses. “Claramente, hay infinidad de dificultades para que esto camine. La propia gestión, el Congreso y la personalidad del Presidente”, dijo otro referente del sector de la construcción.
En el sector industrial, las voces son disímiles y hay sectores que ideológicamente no comulgan con la actual gestión y sí lo hacían con el gobierno anterior. De todos modos, nadie en la UIA discute la necesidad de ordenar la macroeconomía; lo que sí debaten es la magnitud del ajuste y los severos impactos que el plan tuvo sobre la actividad, especialmente en los sectores más dependientes del mercado interno.
“Hay una mirada plural, según cuán mal le haya ido al sector en la recesión. Nadie discute el ordenamiento macro, pero ¿cómo hace ordenando las variables macro y sus efectos recesivos para que sobreviva la micro, que venía muy golpeada?”, se preguntó el presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, quien destacó, sin embargo, que “ya hay algunos rubros que afirman que ya se tocó piso y que empiezan a mejorar de a poco”.
En la central industrial también observan con preocupación la falta de apoyo que el Gobierno tiene en el Congreso y las demoras en que salga la tan vapuleada ley de Bases. “Esta ley tiene que ser aprobada, ya que desde el punto de vista productivo va a enerar sinergias y apalancamiento de pymes”, manifestó Funes de Rioja, al tiempo que remarcó como un punto muy importante que el proveedor de insumos locales pueda competir en igualdad de condiciones frente a la importación, ya que una de las ventajas que el régimen RIGI -incluido en la ley- otorga a las grandes inversiones es que puedan comprar insumos del exterior sin pagar impuesto PAIS.
Hacia adelante, el dirigente se mostró expectante con que se frene la caída de la actividad y pueda comenzar rápidamente la reactivación. “Todavía queda un largo camino por recorrer con la normalización de la macro. La duda que todos tenemos es hasta dónde llega la profundización del problema de la micro y desde dónde podemos aspirar a revertir la tendencia de caída de la actividad”, sostuvo el presidente de FATE y Aluar, Javier Madanes Quintanilla, al tiempo que agregó que “en el camino, van a seguir los problemas de ocupación, suspensiones y despidos de manera amplia”.
En el campo siguen ilusionados con Javier Milei. La eliminación de muchas de las regulaciones que sostenía el gobierno de Alberto Fernández y la promesa permanente del Presidente de que eliminará las retenciones mantiene al sector con muy buenas expectativas, más allá de las dificultades climáticas y de precios que tuvieron que enfrentar los productores en los últimos meses.
El apoyo a Milei por parte del sector se nota en cada encuentro rural al que el Presidente asiste. De hecho, participó esta semana de Agroactiva, la exposición realizada en Armstrong, Santa Fe, donde insistió con la quita de los derechos de exportación una vez que alcance el déficit cero.
“En el agro, sea el gobierno que sea, nuestro mayor dolor de cabeza son las retenciones. En el gobierno anterior, al haber una brecha del 100%, eso impacta en el bolsillo del productor más que las retenciones. Entonces, primero cerrá la brecha y después mejorame las retenciones. Y Milei logró bajar la brecha y viene prometiendo que va a sacar los derechos a la exportación”, enfatizó Marcos Pereda, vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA) y además presidente del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp).
En contraposición, el dirigente enfatizó: “El tema es si va a poder hacer los cambios que hay que hacer. Y para eso necesita apoyo político. Es un momento muy difícil. Pareciera que la política está defendiendo intereses que no son los generales del país”, dijo Pereda, en referencia a las trabas que la oposición le está poniendo al Ejecutivo en el Congreso para aprobar la ley Bases y para lograr su objetivo de déficit cero