La naturaleza esconde una gran belleza en sus ambientes, ecosistemas y animales como es el caso del impresionante y hermoso zorro de fuego.
Un increíble animal que dejó maravillado a quienes visualizaron a un ejemplar del zorro de fuego disfrutando del aire libre en Canadá.
Dentro del mundo animal existen al menos 25 distintas clases de zorros en el planeta, aunque el más popular de ellos se trata del zorro de pelaje rojo. Popularmente retratado en diversos cuentos, historias y representaciones audiovisuales donde destaca su brillante color.
Sin embargo, entre esta variedad se encuentra el llamado zorro de fuego, cuyos colores y apariencia en general causa un gran atractivo incluso entre los profesionales de la fauna silvestre. Un animal mayormente visto en el territorio de Norteamérica, que contiene su hábitat natural.
Esto se debe a que el zorro de fuego padece de un melanismo atípico en una zona parcial de su cuerpo. Esta condición entre los humanos es la responsable del albinismo debido a la falta de pigmentación. Pero en el caso de este animal, ocurre lo contrario, ya que las zonas afectadas se oscurecen más de lo normal, creando un maravilloso contraste de colores.
Además de la apariencia de fantasía que posee el zorro de fuego, su otro atractivo es el brillante tono anaranjado de sus ojos. Los cuales utiliza le facilitan la caza, exploración y paseos que estos animales acostumbran a realizar en medio de la oscuridad de la noche.
Aunque los zorros son animales con gran destreza y habilidad para permanecer lejos de cualquier posible depredador (humano o animal). Recientemente el fotógrafo S. Gaby capturó con su cámara unas increíbles y asombrosas imágenes de un zorro de fuego en la provincia de Terranova en Canadá disfrutando de la soledad de las calles.
Un hecho bastante llamativo considerando la naturaleza esquiva de la raza, pero que a su vez, hace eco de los distintos avistamientos y acercamientos de los animales salvajes a distintos pueblos y ciudades durante el último mes. Esto se debe al estado de cuarentena que obligó a gran parte de la población a estar dentro de sus hogares.
Un evento que favorece al medio ambiente y a los animales, quienes ante la falta de movimiento y acción de los humanos, aprovechan de curiosear y disfrutar del aire libre sin temor.