Durante el año 2023 se registraron un total de 88 incendios en 13 áreas de conservación bajo jurisdicción de la APN, con una superficie total de 57.480 hectáreas afectadas. A escala de las regiones, la región NEA fue la que registró el mayor número de incendios y la mayor superficie quemada. En tanto que Patagonia presentó menor cantidad de incendios que Centro, pero mayor superficie afectada, es decir: menor ocurrencia, pero mayor magnitud. El NOA fue la región con menor cantidad de incendios y de hectáreas quemadas.

De acuerdo a lo señalado en el informe de evaluación sobre incendios forestales del año 2023, elaborado por el subprograma Ecología del Fuego de la Dirección de Lucha Contra Incendios Forestales y Emergencias (DLIFyE), el estudio del régimen del fuego es fundamental para caracterizar su recurrencia y función en cada ambiente; y así determinar su manejo y aplicación como herramienta, como es el caso de las quemas prescriptas, identificando los ecosistemas más sensibles que deberían tratarse con especial atención, como son las zonas de humedales.

Las publicaciones del Servicio Meteorológico Nacional, indican que las anomalías de temperatura del agua del mar (TSM) en el océano Pacífico ecuatorial son consistentes con una fase Niño De acuerdo con los modelos dinámicos y estadísticos, en promedio, en el trimestre febrero-marzo-abril 2024 (FMA) hay 94% de probabilidad de que continúen las condiciones Niño; en tanto que hacia el otoño aumentan las chances de condiciones neutrales.

En el reporte se resalta que en esta región austral los indicadores de disponibilidad de combustibles medios y gruesos en estaciones representativas supera valores asociados a comportamiento extremo del fuego, y los pronósticos estacionales indican que las precipitaciones serían deficitarias y las temperaturas estarían por encima del promedio.

Finalmente se observa que “sobre el noreste patagónico, junto al sur de La Pampa, de Mendoza y sur de Buenos Aires, deberá mantenerse el monitoreo en el comienzo de este trimestre dado que es probable que situaciones sinópticas determinadas favorezcan la ocurrencia y propagación de incendios”.

El análisis presentado por la Dirección de Lucha Contra Incendios Forestales y Emergencias (DLIFyE) indica que: “En los últimos años se ha observado en algunas áreas protegidas, y en particular en las regiones de NEA y Centro, una mayor recurrencia de eventos de fuego; además, se registró que los incendios están ocurriendo con mayor frecuencia y muchas veces intensidad, y en temporadas no habituales para cada región. En definitiva: las temporadas de incendios se están extendiendo y superponiendo, con los desafíos que esto conlleva para la gestión integral de los recursos disponibles, en un escenario de simultaneidad y gran dispersión geográfica”.