El Cauquén Colorado (Chloephaga rubidiceps), un ganso silvestre, es considerada una de las especies más frágiles y amenazadas de la Patagonia y de la Argentina, clasificada como en peligro crítico de extinción, ya que su número total sólo alcanzaría a unos pocos cientos, de los cuales unos pocos logran reproducirse. 

El Cauquén Colorado (Chloephaga rubidiceps), un ganso silvestre, es considerada una de las especies más frágiles y amenazadas de la Patagonia y de la Argentina, clasificada como en peligro crítico de extinción, ya que su número total sólo alcanzaría a unos pocos cientos, de los cuales unos pocos logran reproducirse. 

A su vez, el Colorado está emparentado con el Cauquén Común (chloephaga picta), que es una especie abundante y migratoria, que nidifica en el estuario del río Gallegos. El Cauquén Común es grande, mide unos 55 cm, posee formas esbeltas, patas y cuello largos, la cabeza es pequeña y presenta un marcado dimorfismo sexual. El macho es de coloración general blanca con alas, patas y dorso oscuro, mientras que la hembra es marrón, con las patas naranja-amarillentas; el pico es negro, corto, adaptado para alimentarse de hierbas. Los machos pueden ser casi completamente blancos hasta completamente barrados en las partes inferiores y cuello. 

Por su parte, el Cauquén Colorado mide 50 cm. y sin dimorfismo sexual aparente. Es muy similar a la hembra del Cauquén Común de la cual se diferencia por su barrado más fino en el pecho, las patas naranjas (sin tonalidad amarillenta), el anillo blanco alrededor del ojo y su menor tamaño. La forma de la cabeza presenta diferencias en la zona frontal que parece más elongada y blancuzca, lo que también permite distinguirlos, especialmente cuando la comparación directa es posible. 

CAUQUÉN COLORADO 

Otra diferencia importante entre ambos es que el Común, en la temporada reproductiva, forma grandes bandadas, incluso con otras especies de cauquenes. En invierno, gran parte migra al sur de la pampa húmeda, aunque algunos ejemplares suelen permanecer en la zona. Durante la mayor parte del año es un ave exclusivamente terrestre, excepto en la época reproductiva, cuando suele buscar en el agua la seguridad para sus crías. 

Esta especie construye sus nidos en el suelo, en zonas de pastizales cercanas a cursos de agua, revistiéndolos con plumas, donde ponen de 4 a 10 huevos. La hembra, mejor camuflada, empolla casi todo el tiempo, mientras el macho protege el territorio y la nidada. Cuando los pichones nacen, el grupo familiar se traslada cerca de cuerpos de agua donde los recién nacidos están más seguros. 

El Colorado también migra en invierno hacia la Provincia de Buenos Aires. En el estuario se lo puede observar generalmente en parejas o pequeños grupos, asociados a Cauquenes Comunes, pero manteniéndose en la periferia de los grupos. Al contrario de los Comunes, en caso de sentirse amenazados huyen hacia los pastizales en lugar de hacerlo hacia el agua, lo que parece ser una desventaja para los pichones que pueden ser capturados más fácilmente por predadores. 

El trabajo local con la especie ha permitido constatar que no nidifica en las cercanías del estuario y los registros más cercanos corresponden a la zona de la Estancia Cóndor, los que conforman los únicos registros de nidificación en la zona continental argentina en las últimas décadas. 

La Reserva Costera Urbana de Río Gallegos es, sin embargo, un sitio de gran importancia para su conservación ya que muchos adultos permanecen en ella durante la época reproductiva y es posible que intentaran nidificar si no existieran tantos predadores introducidos (perros y gatos principalmente). 

UNA ESPECIE AMENAZADA 

La declinación de la población de Cauquén Colorado tuvo principalmente razones antrópicas y de introducción de especies exóticas, como conejos, zorros grises y visón. A esto se sumó que durante muchos años fue considerado una plaga por lo que era habitual su caza en Tierra del Fuego y Santa Cruz. 

Según los censos de la temporada 1999-2000 y el de 2014-2015, el número de adultos observados en Tierra del Fuego disminuyó de 226 a 51. En 2015 apenas se observó una pareja reproductiva y dos crías, según los datos aportados por las mediciones lideradas por Ricardo Matus, ornitólogo y director del Centro de Rehabilitación de Aves Leñadura, en Punta Arenas, quien comenzó a trabajar con la especie en 1996. 

En nuestra región, desde hace aproximadamente 15 años, en colaboración con otras instituciones y puntualmente desde 2006 en la Reserva Costera y su zona aledaña, investigadores de Ambiente Sur realizan relevamientos y conteos de la especie Cauquén Colorado, que se extendieron luego a otras zonas de la Provincia. Asimismo, la Asociación lleva adelante un Programa de Sensibilización sobre el Cauquén Colorado, que aborda estrategias de sensibilización y educación ambiental hacia la comunidad para el conocimiento de los pobladores locales sobre el ave y contribuir así a crear conciencia sobre su conservación. 

El Cauquén Colorado, junto al Macá Tobiano y a las aves playeras, ha formado parte de todas las campañas y trabajos que se hicieron desde la ONG, para los alumnos de jardines de infantes, escuelas y adultos. De esta forma, miles de niños en Río Gallegos han escuchado hablar del Cauquén Colorado, su ambiente y sus problemas de conservación.