En noviembre de 2019 se enfrentó con Vasily Kamotsky en un torneo de bofetadas y terminó al borde del desmayo. Además, generó uno de los momentos más viralizados de internet. Imágenes que pueden herir tu sensibilidad.
Hace un año Danya Bely, un reconocido instagramer ruso, temió por su vida. En un programa de TV, decidió desafiar a Vasily Kamotsky, un granjero ruso que es el campeón de las cachetadas. Lo retó en una pelea en la que tenía todo para perder y que de milagro no terminó con consecuencias más graves. Las imágenes son escalofriantes.
Aún no queda claro si el joven de 20 años lo hizo para ganar popularidad o por su gusto por las situaciones extremas, pero los 177 kilos de Kamotsky fueron demasiado frente a sus escuálidos 70 kilos. Demasiada diferencia. Semejante locura generó uno de los momentos más compartidos entre los virales de internet.
“Me alegro por no haberme desmayado”, fue lo único que dijo después el “Instagramer Zombie”, como se lo conoce al joven ruso.
Primero le tocó el turno a Bely, que golpeó al campeón con su mano izquierda sin ocasionarle daño alguno. El primer plano y la cámara lenta de la transmisión demostraron que Vasily ni se inmutó ante el ataque de su rival. Segundos después, el granjero respiró hondo y se dispuso a ejecutar su golpe.
Primero se puso talco en la palma, después midió la trayectoria y finalmente terminó por conectar una bofetada que sacudió la humanidad de su oponente, que perdió el equilibrio y tuvo que ser asistido para no caer al piso. La secuencia es brutal.
Cuando todo terminó, el joven Bely manifestó por las redes sociales que se encontraba en perfecto estado de salud y publicó el video de la pelea con el título “Cara de piedra”. Además allí agradeció no haberse desmayado y confesó: “Sabía que iba a perder, pero valió la pena intentarlo».
Vasily Kamotsky es un granjero ruso que ganó popularidad en los últimos años después de convertirse en “el campeón de las bofetadas”.
En su Instagram, se lo puede ver entrenando en su pueblo natal de Siberia arrastrando pesados fardos de paja por la nieve, remolcando coches, moviendo enormes neumáticos de tractor o compitiendo en torneos locales de fuerza bruta. Una rutina que completa con entrenamientos en el gimnasio y una dieta basada en grasas y golosinas que está orgulloso de mostrar en sus redes sociales.