A los 9 años ya había hecho publicidades. Actuó en más de cuarenta películas dramáticas y comedias. Sus papeles más célebres fueron en “Nueve Reinas” y en el “Secreto de sus ojos”, que ganó un Óscar a mejor película extranjera.

Si hay algo que a Ricardo Darín no le falta es personalidad y carisma. Con un sello propio indiscutible, desde sus comienzos en el cine en la década de los noventa -cuando ya era un galancito de teatro- supo mantener el respeto y la admiración de la audiencia. Como hijo de padres actores, Ricardo Darín y Renée Roxana, heredó esos dotes de artista sin pensar quizás que años después sería visto como uno de los mejores actores del cine argentino. A los nueve años, este morocho de ojos celestes ya hacía algunas publicidades. A los 10, debutó en teatro junto a sus padres pese a no contar con una formación académica en actuación. Siete años después, consiguió estabilidad dentro del mundo de la televisión, en programas como “Alta Comedia” o “Estación Retiro”.

Bajo las órdenes de Alberto Migré, alcanzó una popularidad considerable al ser protagonista en varias de sus telenovelas. No obstante, su consagración como actor de cine se dio a partir de los noventa, con estupendas actuaciones en “Nueve reinas”, “El secreto de sus ojos” (ganadora de un Óscar como mejor película extranjera), “El hijo de la novia”, “Luna de Avellaneda”, “El aura”, “Carancho”, “Un cuento chino”, “Elefante blanco”, “Tesis sobre un homicidio”, “Relatos salvajes”, entre tantas otras. Hoy, Ricardo Darín cumple 64 años y queremos celebrarlo con un pequeño repaso de algunos de los mejores momentos de su historia.

Su infancia

Hijo de padres actores, adquirió de ellos algunos aprendizajes. Fue luego de que su padre dejara el hogar por problemas matrimoniales, que Darín se metió de lleno en la actuación. Cursó la primaria en el Mariano Acosta de Urquiza y Alsina. Era flaco, seductor, pero de aspecto frágil. Como era acosado por un grupo de jóvenes, inventó que había aprendido karate por un amigo de su papá hasta que la mentira salió a flote. Uno de ellos lo trompeó y lo tiró al suelo. Sobre ese incidente, el actor recordó en una entrevista: “Todo el colegio esperando mi reacción, del supuesto experto en karate. Tenía una lista de espera para pegarme. Desde el suelo, pegué un salto en el aire como había visto en las películas, como se cuadraban los ninjas. Ante mi estupor, mi compañero salió corriendo. Así sobreviví”.

Si bien no era un alumno prodigio, ya era querido desde chico, por lo que fue elegido tres veces como “mejor compañero”. En una nota que dio en radio Vorterix, contó su experiencia con el bullying y la violencia: “En la escuela había algo mío que molestaba, no entiendo por qué recibí tantas agresiones. Les parecía que era un acto de soberbia de mi parte intentar hablar bien, eso me valió varias palizas. Todos los días era sobrevivir y creo que por eso no terminé de estudiar”. Si bien nunca tuvo una formación técnica en la actuación, reveló haber aprendido por observación. Solía jugar bastante al fútbol junto a “los galancitos”, el grupo integrado por Darío Grandinetti, Raúl Taibo, Jorge Mayorano y Carlos Calvo.

Sus nueve años de amor junto a Susana Giménez

A comienzos de 1981, cuando apenas tenía 21 años, conoció a “la diva” y se enamoraron perdidamente. El romance fue medio escandaloso, ya que Susana tenía 33 en ese entonces. Después de nueve años juntos, y según reveló ella años después, la relación entre ellos terminó debido a que él quería armar una familia con hijos y ellas no. Los intereses eran distintos.

“Él quería ir a vivir a una casa y yo a un departamento. A Ricardo no le interesaba mucho la plata. Era una especie de romántico empedernido y me alegro de cómo va su vida”, manifestó Susana tras la ruptura. La relación entre ellos quedó en muy buenos términos, al punto que el actor fue a varios de sus programas y siempre habla bien de la conductora. Sobre el noviazgo, él dijo: “Tuvimos mucha conexión, mucha química. Éramos príncipe y mendigo, todo junto. Una noche en medio del escenario le dije que seamos pareja. Le propuse amor y todo eso y ella me sacó cagando”, recordó entre risas.

Más de tres décadas de amor

En 1987, el actor conoció a Florencia Bas, quien entonces tenía 18 años. Ella paseaba por avenida Corrientes mientras que él comía una pizza en Banchero. Fue tal la atracción que él sintió por ella, que salió de la pizzería, la siguió hasta que se animó a entablar una conversación.

Su relación se hizo pública un año después, mientras él hacía temporada en “Sugar”. Luego, se casaron y tuvieron dos hijos: Ricardo “Chino” Darín y Clara Darín. Pese a que tuvieron un impasse de dos años, lograron reconciliarse y nunca más se separaron.

Éxito cinematográfico

Darín actuó en más de 40 películas, de las cuáles recordaremos las más emblemáticas y significativas de su trayectoria. Si bien la crítica alabó al actor con su papel en “Perdido por perdido”, junto a Enrique Pinti, también fue reconocido por su labor en “El faro”, de Eduardo Mignogna. Su papel en el “El mismo amor, la misma lluvia”, de Juan José Campanella, también fue muy elogiado. Sin embargo, su gran salto actoral se dio con su papel de Marcos en “Nueve reinas”. Darín brilló en este film que coprotagonizó junto a Gastón Pauls y consiguió, finalmente, un nombre de peso dentro de la industria cinematográfica argentina.

Después del gran éxito de “Nueve reinas”, tuvo un pequeño, pero efectivo, papel en el 2001 en la película “La fuga”. Ese mismo año protagonizó “El hijo de la novia”, junto a Norma Aleandro y Héctor Alterio. La película fue otro gran éxito de taquilla: en 2002 fue nominada al Óscar como “Mejor película de habla no inglesa”.

Protagonizó también la comedia cinematográfica “Samy y yo”, junto a Angie Cepeda, en 2002. Al año siguiente, encabezó junto a Cecilia Roth el drama “Kamchatka”, película preseleccionada para el premio Óscar como “mejor película en lengua extranjera”. Dos años después, protagonizó al lado de Mercedes Morán “Luna de Avellaneda”, tratando de rescatar el club social y deportivo de sus padres. En 2005, en el “El aura”, encarnó el rol de un taxidermista con memoria fotográfica envuelto en un aprieto del cual no quería formar parte. Por esta última obtuvo los premios Cóndor de Plata y Clarín a “mejor actor”.

Reconocimiento internacional

En 2009, junto a Soledad Villamil y Guillermo Francella, fue protagonista de “El secreto de sus ojos”, película dramática de Juan José Campanella, galardonada con el premio Óscar a la “mejor película extranjera” en la emisión 82.ª de los Academy Awards. El filme se consagró como el segundo más taquillero en la historia del cine argentino.

Por su interpretación de Benjamín Espósito, Darín obtuvo el premio Cóndor de Plata a “mejor actor”, y su primera nominación al premio Goya, en la misma categoría. También fue galardonado como “mejor interpretación masculina” en el Festival de Cine de La Habana. Entre otras grandes películas de su trayectoria figuran: “Tesis sobre un homicidio”, “Carancho”, “Un cuento chino”, ”Elefante blanco”, “Séptimo”, “Relatos Salvajes” y “Truman”.