La embajadora dijo que está “desilusionada” por la decisión del Gobierno de respaldar la comisión investigadora impulsada por Michelle Bachelet, mientras que en Cancillería replican: “Nadie puede sorprenderse”.

Durante el gobierno de Mauricio Macri, la Argentina se había posicionado en el tablero internacional como aliada de Estados Unidos, la Unión Europea e Israel. Fuertes vínculos habían florecido, incluso, en materia de seguridad. La salida del gobierno del Grupo Lima, con una lectura de respaldo a Nicolás Maduro, y el voto positivo a la conformación en la ONU de una comisión que investigará la actuación de Israel en el territorio palestino, confirma el cambio de rumbo que tomaron las relaciones internacionales desde la llegada de Alberto Fernández y Cristina Kirchner al poder.

El principal argumento de la queja es que la Argentina padeció en carne propia dos atentados, siendo Hamas considerado un grupo terrorista. “Es un momento de cierta tensión, pero Israel tiene expectativa de superar esta situación”

Aunque desde la sede diplomática y la Cancillería argentina indicaron que las relaciones entre ambos países siguen siendo buenas, el episodio generó malestar en el gobierno de Benjamín Netanyahu. En ese país, el Embajador argentino Sergio Urribarri fue convocado por la cancillería para explicar el voto.

“Más allá de disentir con algunas apreciaciones de las autoridades israelíes, la Argentina espera que pueda interpretarse el verdadero sentido de la acción de las Naciones Unidas en la materia, así como la necesidad de investigar en el Territorio Palestino Ocupado, incluida Jerusalén Oriental, y en Israel, todas las presuntas violaciones del derecho internacional humanitario y todas las presuntas violaciones y abusos del derecho internacional de los derechos humanos, por todos los actores, de conformidad con las normas del derecho internacional”, indicó en un comunicado emitido desde el despacho de Felipe Solá sobre la reunión.

Del lado argentino, en cambio, explican que la decisión se explica por un hecho fundamental: la defensa de los Derechos Humanos. En ese sentido, desde Cancillería señalaron que “la postura de la Argentina no puede sorprender a nadie” y destacaron que con el voto respaldaron la figura de Bachelet, una voz más que autorizada.

Desde el Gobierno consideran que existió un “uso desproporcionado de la fuerza” en la respuesta al ataque. Y explicaron que, a diferencia de la gestión macrista, la política exterior de Alberto Fernández está dirigida a un multilateral, es decir, el diálogo con todas las naciones -desde Rusia a Estados Unidos- “sin renunciar a los principios fundamentales” como lo son los Derechos Humanos.

No hubo ningún tipo de contacto en la Argentina entre las sedes diplomáticas. Para ambas naciones se trata de un episodio de desacuerdo en una relación que sigue siendo sólida.

“Estamos desilusionados”

La embajadora israelí Galit Ronen cuestionó la votación de la Argentina en el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) por considerar que esa postura “no menciona a Hamas ni el derecho de Israel a defenderse”.

“Creemos que esta resolución no refleja las buenas relaciones que tenemos con Argentina”, sostuvo Galit en diálogo con radio Urbana Play y CNN radio. “Estamos desilusionados con esta votación, pero las relaciones entre los países, como las relaciones entre los humanos, son más amplias y complicadas. Esperamos superar esta etapa”, aseguró.

Ronan cree que la posición que tomó la Argentina es “unilateral” y no toma en cuenta que Hamas cometió “crímenes de guerra”. “No vamos a negar que hay tensión”, admitió.

“Nosotros tratamos de bajar el fuego, evitar que haya conflicto. Hamas tenía un interés obvio porque cancelaron las elecciones en la autoridad palestina y comenzó el lanzamiento de misiles contra Israel”, dijo la diplomática sobre el conflicto bélico. “Me entristece que no dijeron que Hamas es una organización terrorista”, cerró.