León Gieco, Teresa Parodi, Eruca Sativa, Dante Spinetta, Baglietto-Vitale, Piñón Fijo, Los Auténticos Decadentes y más referentes musicales fueron parte de un megaconcierto por streaming en el que pidieron responsabilidad vial.

“Tienen que cambiar las leyes de la educación vial. Cuidá la vida. Ese es el mensaje que tengo para darles”, se oyó la voz de Luis Alberto Spinetta desde un video, en el alma de una campaña empática y colectiva de hace años: la de la Asociación Conduciendo a Conciencia. Este jueves, Día del Estudiante Solidario, en el 14° aniversario de la Tragedia del Colegio Ecos-, varios músicos reunieron sus voces en un gran concierto por streaming por la responsabilidad vial: “Ser solidarios es preocuparnos por el otro en el tránsito y en la vida”.

En plena pandemia, el festival virtual de este jueves, de 21 a 22.40, agitó consignas nítidas a la par de las canciones que compartieron a la distancia León Gieco, Teresa Parodi, Piñón Fijo, Eruca Sativa, Los Auténticos Decadentes, Juanchi Baleiron, Los Tipitos, Baglietto-Vitale, Ligia Piro, Dante Spinetta, Hilda Lizarazu, Kevin Johansen, Leo García, Alejandro Lerner (y siguieron los nombres). “Todos fuimos, todos somos, todos podemos ser”, fue uno de los lemas con memoria, en banderas negras con letras blancas, para volver a pedir conciencia vial y solidaridad con las esforzadas escuelas rurales.

“No manejes si tomás, así nos podemos abrazar cuando termine esta pandemia”, marcó Juanchi Baleiron, líder de Los Pericos. En 2006, cuando regresaban de un viaje solidario en la escuela rural de El Paraisal, de Quitilipi, Chaco, el micro en el que iban los alumnos del colegio porteño Ecos chocó de frente con un camión con su conductor borracho. Fue en el kilómetro 689 de la ruta 11, a la altura de Santa Fe: murieron nueve alumnos y su profesora. Hubo 20 heridos, algunos de gravedad, y también murieron el del camión y su acompañante.

Por movilización y organización de los padres de los chicos en la Asociación Civil Conduciendo a Conciencia, el 8 de octubre devino el Día del Estudiante Solidario, con acciones y alertas por el cuidado del otro, renovadas cada año. Pero esta pandemia redefinió la inventiva con este recital solidario vía streaming, con músicos y canciones icónicas, para “agradecer la tarea y dedicación de miles de Estudiantes Solidarios”, y continuar reclamando “que nadie beba antes de conducir” o “que se use el cinturón de seguridad”, a beneficio de 18 escuelas rurales y tres hospitales del Noroeste.

Como dijo la periodista Gabriela Rádice en el arranque del concierto virtual: “Vivimos en el país una pandemia silenciosa, los siniestros de tránsito, que provoca miles de muertos cada año. Necesitamos seguir creando conciencia frente a la inseguridad vial. Hoy, cuando vivimos otra pandemia, la prevención es una responsabilidad de todos, una vez más. Sabernos juntos nos hace fuertes”.

Segundos antes, el actor Luciano Cáceres había descrito el siniestro vial de 2006 y en pantalla aparecieron las caras de los nueve chicos y chicas que murieron junto a su maestra. “Soy Juli”, “soy Lucas”, “soy Justine”, “soy Delfina”, “soy Nicolás”, “soy Daniela”, “soy Benjamín”, “soy Federico”, “soy Julieta” y “soy Mariana”. Ahí arrancó el despliegue musical con solistas, dúos y ensambles sorpresa, como sesiones de Zoom en perfecta edición audiovisual, para los miles de espectadores invisibles.

Desde sus casas, Sol Mihanovich y el cantautor correntino Yacaré Manso interpretaron “La sombra de sombrero”, en cadencia litoraleña, junto al piano de Walter Piancioli, de Los Tipitos. “Crece con el sol un arbol nuevo, sombra y aire puro entre sus dedos”, cantaron, con el pañuelo negro a la vista con el leitmotiv en letras blancas: “Todos fuimos, todos somos, todos podemos ser”. Luego Alejandro Lerner y Andrés Giménez (de A.N.I.M.A.L.) fundieron sus voces en la melodiosa “Luna”, y el pianista-productor dijo: “Gracias a todos los estudiantes”.

En eso llegó un momento sideral: Juan Carlos Baglietto (con su guitarra acústica) y Lito Vitale (al piano) recobraron juntos, desde sus respectivos hogares, “Las cosas tienen movimiento”, de Fito Páez. Fue una conexión íntima y épica para todos. Otra sorpresa fue escuchar juntos a Lula Bertoldi, de Eruca Sativa, y a León Gieco, en “La memoria”, él delante de una pared cubierta por estantes de CD’s, en su casa. Gieco guitarreó la acústica, desplegó la armónica, cantó con afinación absoluta y Bertoldi sumó su voz suavemente quebrada y sus punteos de eléctrica.

Tras ellos, los de Agarrate Catalina tocaron con ritmo de zamba “Aporofobia”, un neologismo que significa “odio a las personas pobres”. Se oyeron coplas con caja mientras otro video repasaba las acciones solidarias en escuelas rurales, y las chicas de Perotá Chingó se juntaron con el grupo El Plan de la Mariposa para regalar “Túnel de la vida”.

“Nadie muere por atender el celular, pero muchos mueren por atenderlo mientras conducen”, fue el lema que antecedió a Ligia Piro y a Teresa Parodi (con el piano de Popi Spatocco) en una versión jazzera de “Barro tal vez”, de Luis Alberto Spinetta, que desde 2006 se puso al servicio de la campaña vial: su hija más chica, Vera, era compañera de los pibes que murieron y su conmoción marcó a El Flaco en pos de la causa. ¿Quién no recordará el concierto de Las Bandas Eternas, en 2009, en Vélez, cuando todos los músicos salieron al final con las remeras negras de Conduciendo a Conciencia?

El tema “Amigo, vuelve a casa pronto”, de Sui Generis, por Leo García y Willy Piancioli, fue ideal para seguir, por su sentido afectivo sin nostalgia. Inés Estévez leyó unas frases evocativas de la cantautora Magdalena Fleitas, “Jóvenes corazones”: “Los chicos que quedaron en la memoria son la guía para transformar la tristeza en cuidado por la vida”.

Retornó Gieco para compartir “Todos los días” un poco con Fleitas y Sol Mihanovich, a media voz. “El cinturón de seguridad salva vidas”, dijo Fleitas. Desde un viaje en tren, Gieco explicó el sentido de Conduciendo a Conciencia y Alba Sáenz (mamá de Federico) contó cómo trabajan las madres y padres cada año. Segundos después, Javier Malosetti, en bajo, y Franco Luciani, en armónica, desplegaron “Lago de forma mía”, de Spinetta.

“Evitá usar auriculares, y si llegás a la esquina sacate al menos uno antes de cruzar”, fue otra frase del recital. “No te apures tanto, tu vida es muy imporante”, consignó Kevin Johansen, tras cantar “Es como el día” con su hija Miranda, desde un estudio de luces azules. El tono se volvió más festivo con Los Raviolis más Gieco en la chamarrita “La cultura es la sonrisa”, y a las 22.05, Los Auténticos Decadentes se enlazaron con Mano Custodio y Juanchi Baleiron en una leve versión reggae de “Seguir viviendo sin tu amor”.

A Sandra Vázquez le tocó hacer, con Gieco, el clásico de él “María del campo”: León cantaba delante de un pie con micrófono desde una vereda pueblerina. ¿Sería Cañada Rosquín o un barrio tranquilo de Capital? El poema-canción de María Elena Walsh Oración a la justicia, marcó otro tono: “Señora de ojos vendados, que estás en los tribunales, sin ver a los abogados; baja de tus pedestales, quítate la venda y mira cuánta mentira”. Pasaron los rostros de los nueve estudiantes y videos de los padres con los músicos marchando frente a Tribunales, con globos negros y energías claras.

Andrés Giménez y Dante Spinetta cantaron “Soltar”; Hilda Lizarazu y Federicio Melioli entonaron “Amapola”; Los Tipitos regalaron “Por qué” y Piancioli renovó la advertencia: “Crucemos la calle por las esquinas y miremos siempre a ambos lados”. C Los Tipitos, Gieco y Sandra Vázquez aunaron rocanrol en “El fantasma de Canterville”, y el propio León compartió otra perla distante, “Solo le pido a Dios”, ahora con Piñón Fijo. “De la conducta de cada uno depende el destino de todos”, dijo el payaso cordobés.

“Sabernos juntos nos hace más fuertes”, se repitió la frase vital, para palpitar el final colectivo con el tema “8 de octubre” (de Gieco y Spinetta), que sintetiza la causa de Conduciendo a Conciencia. Varios de los artistas convocados llenaron de energía corpórea la conexión virtual, para cantar y agitar sin olvidar: “Y ahora mis sueños crearán más vida, más felicidad”.