En su vivienda hallaron mairhuana, numerosas pastillas de éxtasis, grandes cantidades de cocaína y anfetaminas, además de balanzas y dinero en efectivo.

Azar, coincidencia y estupidez. Es lo que llevó a la policía alemana a detener a un narcotraficante en la ciudad de Waldbröl.

Tras recibir una llamada extraña, con ruidos de ronquidos, los oficiales se dirigieron a una vivienda para determinar si existía alguna emergencia.

Los uniformados golpearon la puerta y les abrió un hombre asombrado por la presencial policial allí.

Los agentes ingresaron a la propiedad y notaron olor a marihuana, por lo que procedieron a revisar el lugar.

En ese operativo hallaron cannabis, numerosas pastillas de éxtasis, grandes cantidades de cocaína y anfetaminas, además de balanzas y dinero en efectivo.

Los policías detuvieron a quien les franqueó la entrada y a otro hombre que estaba dormido, mientras ambos se quejaban de que nadie había llamado a las autoridades.

Finalmente, según informó Bild, uno de ellos descubrió en su celular que había llamado a la Policía sin querer al quedarse dormido.